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Programa formativo para periodistas y comunicadores “Comunicar para promover” busca mejorar prácticas comunicativas en torno al embarazo adolescente por violencia sexual, así como la búsqueda de la corresponsabilidad de los actores involucrados en su abordaje.

Es importante reconocer que los medios de comunicación social tienen un rol sustancial en la visibilización de la violencia de género. Contribuyen a colocar en la agenda mediática y de la audiencia un problema que ha sido tradicionalmente relegado al ámbito familiar y privado, promoviendo de esta manera, su atención. Esto ha sido fundamental para despertar la conciencia crítica acerca de una problemática social que afecta a un alto número de niñas y adolescentes en el país: la violencia sexual y el embarazo adolescente.

Solo en nuestro país, cada día, aproximadamente cinco niñas entre 9 y 13 años se convierten en madres, según el registro de atenciones del Seguro Integral de Salud (SIS) del 2017. Durante el mismo año, en 11 regiones de nuestro país se incrementaron los casos de embarazo en adolescentes, destacan Amazonas, Cusco, Arequipa y Cajamarca, que aumentaron su incidencia en 4%. Perú no ha disminuido significativamente estas cifras en los últimos 20 años.

En ese sentido y en el marco del proyecto “Promoviendo desde la comunicación y los medios, el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos”, periodistas y comunicadores cusqueños, arequipeños, amazonenses y cajamarquinos participaron en sesiones de capacitación, donde dialogaron sobre el embarazo adolescente, la violencia sexual en NNA, su situación de vulneración; analizaron data y casuística que ayudó para fortalecer conceptos sobre la temática abordada. Experimentados y nuevos periodistas tuvieron este espacio para aclarar mitos y estereotipos.

Tras 8 horas lectivas en cada región, se logró, como primer paso, que los medios de comunicación, sus periodistas, reconozcan la reproducción de estereotipos de género que justifican esta violencia y no permiten comprender el problema en su real dimensión. Muchas veces las noticias sobre este tipo de hechos son presentadas como sucesos policiales o situaciones aisladas, quedando oculto el ejercicio de poder y control de los hombres sobre las niñas y adolescentes, y el grave problema de la violación de sus derechos sexuales y reproductivos.

Finalmente, cerca de 80 periodistas y comunicadores sociales, de distintas plataformas informativas, se instruyeron con una nueva metodología comunicativa, más comprometida para realizar su labor informativa, alejada de la rutina noticiosa. Revalorar y defender al periodismo como un verdadero instrumento de cambio social a favor de la promoción de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes de su región fue el objetivo de la intervención.

DINÁMICA DE TRABAJO

En la primera y segunda sesión, se desarrollaron conceptos sobre derechos sexuales y reproductivos, el enfoque de prevención y el análisis del discurso de la oferta informativa para poder brindar mejoras a las mismas. Asimismo, se abordaron aspectos éticos que se presentan a la hora de informar sobre casos de esta índole. La conducción estuvo a cargo de Amanda Meza, ex Editora General del diario 16.

La metodología aplicada facilitó abordar las características de los problemas relacionados al embarazo y violencia sexual en adolescentes, la ruta de atención en casos de violencia sexual en niñas y adolescente, data analizada y actualizada y el rol que les corresponde como líderes en el manejo de la información.

Durante el desarrollo de las sesiones los y las periodistas tuvieron acceso a materiales comunicativos amigables, en alianza con Concortv y El Fondo de Población de las Naciones Unidas, instituciones que vienen trabajando la temática. Los materiales fueron muy bien valorados comunicativamente.

De igual modo, las sesiones se remarcaron en el trabajo periodístico con miras a una mejora en su tratamiento informativo ya se encuentra normado bajo el Decreto Legislativo N°1386, que modifica algunos artículos de la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar -Ley Nº 30364- con el objetivo de mejorar los mecanismos de atención y protección de las víctimas. Se establece en el Art. 46 obligaciones para los medios de comunicación en la prevención: tener cuidado con el tratamiento gráfico de la problemática; desarrollar contenidos vinculados a la sensibilización, prevención, atención, protección y sanción para erradicar la violencia.

NUESTRA INTERVENCIÓN COMUNICATIVA DESTACÓ EN 3 PUNTOS IMPORTANTES:

Una experiencia intercultural: las sesiones se desarrollaron en 4 regiones, referidas a la costa, sierra y selva.

Reconocimiento del enfoque de género: exploración y reconocimiento de la reproducción de estereotipos de género que justifican la violencia, la naturalizan y no permiten comprender el problema en su real dimensión.

Promoción de un enfoque ciudadano: entender a la comunicación como promotora de diálogo y democratización de los medios desde el tratamiento ético de la información pensado en la esencia de la comunicación que es el público ciudadano.

Como siguiente paso toca realizar el seguimiento respectivo para monitorear el cambio propuesto desde nuestra intervención comunicativa, un mejor tratamiento informativo que rescate la voz de las ciudadanas y sus propuestas de cambios social para la prevención de la violencia sexual y el embarazo adolescente.

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