¿El porqué de nuestra campaña?: YA NO ES SECRETO EL EMBARAZO ADOLESCENTE POR VIOLENCIA SEXUAL

De acuerdo a cifras de la Policía Nacional del Perú, cada día 11 niñas y adolescentes son violentadas sexualmente; de ellas, 6 son agredidas en su propia casa por un familiar o conocido. Y, según información del SIS, cada día 5 niñas de 10 a 14 años se convierten en madres. Son cifras sensibles que nos interpelan y el silencio es cómplice de esta situación que vulnera los derechos de las niñas y adolescentes.

Es necesario empezar a dialogar y que los padres y madres asuman su rol: de protección y prevención. De eso se trata la campaña Ya no es secreto.

“Queremos crear conciencia de que hay situaciones de riesgo en los hogares y que los padres y madres juegan un rol esencial para evitar el embarazo por violencia sexual. Pretendemos brindar información, generar canales de expresión, desarrollar una opinión crítica, y reforzar el respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y adolescentes”, nos explica Marisol Castañeda, directora ejecutiva de Calandria, institución que impulsa Ya no es un secreto.

Tatiana Acurio, especialista en género de la ACS Calandria, cuenta que de acuerdo a uno de los últimos estudios basados en encuestas “el 70% de adolescentes no se comunican con la madre y el 90% tampoco lo hacen con el padre. Aunque con quienes se conversa más son los amigos, existe una oportunidad para que padres y docentes inicien un diálogo sobre el tema del embarazo adolescente”.

Además de promover la comunicación entre hijos y padres/madres, la campaña también busca llamar la atención sobre los recursos públicos – económicos y profesionales- que se destinan a prevenir el embarazo adolescente. El presupuesto público 2017 cuenta con S/16 millones para la prevención del embarazo adolescente, cifra que es 6% menos que lo destinado el año pasado.

Luego de la presentación de la campaña la última semana de enero, Lucy del Carpio, de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, dijo al diario Correo que “existe un déficit de psicólogos y psiquiatras en el interior del país para canalizar y tratar la tensión de las adolescentes víctimas de violencia sexual”. Hacia ellos debemos apuntar. Ampliar los servicios públicos para atender de manera especializada a las adolescentes.

Se requiere de la presencia de padres y madres de familia para abordar este tipo de violencia a la que está expuesta la niñez y la adolescencia, como de las instituciones de la sociedad civil y entidades públicas. Cada uno y todos promoviendo el respeto y el derecho a una vida libre de violencia para todas las niñas y adolescentes.

Los medios de comunicación a su vez, deben dar un tratamiento ético sobre los casos y denuncias de violencia sexual a niñas y adolescentes. Asimismo, informar sobre las medidas de protección que las familias deben tomar en cuenta y de la efectiva sanción a quienes agredan o abusen sexualmente. Ello ayudará a que las adolescentes a prevenir situaciones de violencia sexual, reciban asistencia profesional y no vean truncado su proyecto de vida y desarrollarse como ciudadanas con derechos a una vida plena y saludable.

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